La Carta de la Semana (2/2/2018): "UN 11,5 % MÁS DE HAMBRE"


Es increíble.

La noticia es la siguiente: "Más de 815 millones de personas. Unas 17 veces la población de España. Casi tantos como los habitantes de la Unión Europea y Estados Unidos juntos. Toda esa gente se va a dormir cada día sin haber comido las calorías mínimas para su actividad diaria. Pero lo abultado de la cifra, calculada por Naciones Unidas y publicada este viernes, no es una novedad: el número de hambrientos oficiales lleva entre los novecientos-y-pico y los setecientos-y-muchos desde comienzos de este siglo. La noticia es que, por primera vez desde 2003, el hambre repunta."

Muchas personas. Son muchas personas. Demasiadas personas aunque se tratara solo de tres. Pero no son tres, son 815 millones. ¿Cómo no ha sido portada en los servicios informativos de esta semana? ¿Cómo no nos arde esta realidad totalmente incoherente con nuestra civilización occidental? Es terrible que Naciones Unidas diga esto y sea solo una noticia más entre las noticias. Es increíble.

Ya en alguna ocasión, con la invitación de Manos Unidas, hemos comentado la cantidad de toneladas que se tiran entre los que acabamos el día con los nutrientes necesarios y algún que otro exceso. Por un lado se tiran alimentos y, por otro, repunta él hambre en el mundo. ¡Qué impotencia!

Y digo impotencia porque no sabemos cómo hacer ni de qué manera hacerlo. Tal vez debamos empezar el él hambre más cercana a nosotros. Por renunciar a los excesos y al derroche y cuidar al hermano cercano que pasa necesidad. En nuestra zona metropolitana tenemos tres comedores sociales vinculados a Cáritas Tenerife que necesitan nuestra ayuda. No será la solución del hambre en el mundo -para la que hace falta medidas gigantescas que están solo en manos de los jefes de este mundo- pero será un testimonio al menos de que esta no es una noticia más entre las noticias de cada día, sino una realidad que insulta a la inteligencia del ser humano.

Conocemos el código genético humano y no somos capaces de remediar él hambre en el mundo. En la época de los mayores avances científicos y tecnológicos, somos incapaces de la creatividad internacional suficiente para solucionar este drama.

Óyeme..., 815.000.000 de personas. ¿No te parece increíble?

Es un número gordo lleno de gente enflaquecida y muriendo de hambre. Un número que tiene detrás niños y niñas, abuelas y abuelos, hombres y mujeres para quienes la preocupación exclusiva de cada día es echar algo a la boca. 

Increíble.

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