La Carta de la Semana (16/06/2017): "EL TIEMPO ES SUPERIOR AL ESPACIO"

La realidad que nos rodea la podemos contemplar de muchas maneras. Depende la mirada de la repercusión que tenga sobre nosotros. Una misma situación puede ser buena para unos y mala para otros. Todo depende, como dice el poeta, del cristal con que se mira. ¿Qué podemos hacer para que las situaciones que vivimos, sean oportunas o inoportunas, nos resulten favorables? ¿Es ello posible? Tal vez pueda ayudarnos, en este sentido, procurar dar perspectiva global al inmediato acontecer.

Todos tenemos la experiencia de haber sufrido una situación en un momento determinado que, con el paso del tiempo, hemos descubierto como ocasión de crecimiento o de maduración personal. Es lo que se suele recoger en el dicho popular de que "Lo que no te mata te hace crecer". ¿En qué nos hace crecer las situaciones adversas? Cada uno lo puede descubrir mirando la realidad con una perspectiva más amplia. Es el criterio de interpretación de la realidad que nos ha propuesto el Papa bajo la afirmación de que "el tiempo es superior al espacio". Cuando incorporamos esta certeza la esperanza crece en nosotros.

Nada es tan positivo como la contemplación de la realidad con perspectiva y globalidad. Es como un estornudo espontáneo que molesta e indica un resfriado, pero que es una forma de expulsar el cuerpo extraño que nos afecta negativamente. Es la reacción inmediata de dolor o picazón que nos previene de una enfermedad mayor. La perspectiva es necesaria y oportuna para comprender que detrás de toda circunstancia que experimentamos se esconde una realidad conveniente. Esta esperanza humana genera el oportuno optimismo, pero que cuando se abre al amor providente de Dios se convierte en esperanza. Y esta esperanza es virtud teologal que nos posibilita comprender con la vida que "Al que cree, todo lo sirve para su bien"

Un suspenso, un fracaso, un tropiezo, una adversidad..., para quien sabe que el "tiempo es superior al espacio", le da la ocasión de verse crecer gracias a la misma circunstancia que considera inconveniente. Porque nos adiestra la dificultad. Porque el esfuerzo nos fortalece. Porque la cruz advertida en este espacio queda resucitada en el tiempo eterno.

Esta será bueno recordarlo este fin de semana en el que vamos a contemplar las calles de nuestros pueblos y ciudades decorados con las alfombras del Corpus Christi. Muchas personas dedicarán tiempo a confeccionar unos tapices artesanalmente elaborados y serán tan efímeros que se destruiran al paso del Santísimo Sacramento. Y volveremos a contemplar que el tiempo es superior al espacio. Que lo que hacemos aquí tiene un valor incalculable para la eternidad. Porque la eternidad pasea por nuestras calles.

El amor no ocupa lugar. El tiempo siempre es superior.

Juan Pedro Rivero González
@juanpedrorivero

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